Al recorrer los campos en donde pastaban alrededor de 400 animales, encontró contra un alambrado lindero un total de 52 novillos sin vida.
Los animales tenían señales inequívocas de haber sido fulminados por las descargas eléctricas, que se habían canalizado a través del alambre.
El meteorólogo Fernando Torena dijo que "si bien científicamente es posible que suceda, porque el alambre es conductor de electricidad, es de mucha mala suerte".
Aunque explicó que es probable que el rayo cayera próximo a la cerca y no sobre ella, de todos modos llama la atención que no hubiera ningún bosque o edificación que lo atrajera. Por lo general los rayos caen en zonas altas, con preferencia por los objetos que terminan en punta.
Dos veterinarios del lugar certificaron las causas de las muertes, que representan para el establecimiento pérdidas por alrededor de US$ 30.000, según se informó.
Los profesionales indicaron que es común que en caso de tormenta acompañada de vientos de regular velocidad, como la que se desató el martes pasado, los animales formen de manera espontánea filas contra las cercas para protegerse de la inclemencia climática. En este caso, eso explica que tan importante número de vacunos murieran al mismo tiempo.
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